" Las Viudas "

" Las Viudas "
acuarela sobre papel de arroz de alto gramaje

El Falso Inca

De la Gobernación del Tucumán pasó en el año 
1660 , a la del Río de la Plata Don Alonso de Mercado y Villacorta; su nombre trae a la memoria el de Bohorquez , cuyas aventuras viene al caso relatar.
Nunca retozona pluma de festivo ingenio bordó , en picaresca novela , más movida vida y mayor máquina de embustes y patrañas que la de Chamijo o Bohorques, conocido en las crónicas como el Falso Inca. ¡ Mal año para Alfarache , Gil Blás , Pabillos , el de Tormes y demás taifa de simpáticos pícaros y bellacos que creara regocijante fantasía; pequeñitos los dejó la realidad de Pedro Chamijo !
Nacido en Sevilla en el barrio de Triana , que es ser dos veces andaluz, corrió su niñez por calles y plazuelas y en la escuela de las Barbacanas hizo  aprendizaje de picardía. En la edad moceril dióse a la vida holgona y libre de la hampa , graduándose de maestro de embuste en las Vistillas de Toledo y de doctor de trapecerías en las Almadrabas de Zahara. Trujéronle sus bellaquerías a ser avizorado por alcaldes y alguaciles , por lo que resolvió mudar de tierras y entre el matalotaje de un galeón pasó a las Indias ," refugio y amparo de desesperados , iglesia de los alzados , salvo conducto de homicidas , añagaza de mujeres libres
engaño común de muchos y remedio de pocos " según Cervantes.
Era muy mozo al arribar a tierras del Perú , donde luengos años hizo vida andariega , aprendiendo usos y tradiciones y lenguaje de los indios , bagaje que tanto aprovechó en sus patrañas.
No olvidando sus mañas , descarado y parlanchín
con embustes y quimeras , dió cordelejo a incautos con el cebo de tesoros escondidos y tierras de riqueza fabulosa , dejando muchos doloridos y pocos contentos. Y no se crea fueran sus víctimas gente tosca , villana y de pocas luces , sino al contrario copetuda , entre ellos el Virrey y el Presidente de la Audiencia de la Plata.
Pareciole bien cambiar su nombre y trocóle por el linajudo de Don Pedro Bohorquez Girón. Al cabo sus truhanerias lleváronle , mal de su agrado a ser huésped en la cárcel de Valdivia, de donde astuto y travieso , hizo presto evasión; que la fortuna para más sonadas cosas le guardaba.
Fué a guarecerse en los valles del Tucumán , viviendo entre indígenas.  Aquí con lo aprendido en sus correrías y lo inventado en sus holganzas , vino a pergeñar la más descabellada y peregrina fábula , que de magín andaluz nunca surgiera.
Y ello fué declararse hijo del Sol , descendiente de los Incas del Perú.
Aunque su ruín pinta , raída vestimenta y magra barjuleta no pregonaran grandezas , como se dice que " bajo un mal sayal hay al " diéronle oído , que el hombre era de suyo tan charlatán, persuasivo y novelero , tales pláticas hacía y tal acopio de datos exponía, que vinieron al cabo a creerle y escucharle como oráculo. 
Cundió en breve entre tribus la nueva de la llegada del Inca Huallpa , que tal nombre le dieron.
Enardeció la natural fiereza calchaqui con el miraje del recobro de sus libertades , sacudiendo el yugo cristiano , a cuyo fin él era venido.
Tuvo acogimiento entre los caciques , cuyo natural recelo y desconfianza supo adormecer y que lo aclamaron como Inca.
Buscó luego granjearse el apoyo de los españoles.
Con la añagaza de la propagación de la fé , visitó a los padres jesuitas doctrineros a quienes embaucó , consiguiendo su apoyo y cartas para el Gobernador Don Alonso de Mercado y Villacorta.
Avistóse con éste y atacando su lado flaco , que era la codicia , lo deslumbró con el embeleco de minas a explotar y repletas huacas que saquear.
Mucho holgó Mercado con tales nuevas , ya que apañadas pensó tener tanta riqueza y allánose a reconocerlo como Inca.
De esta guisa viento en popa marchaba el Inca andaluz. Tuvo lugar su reconocimiento oficial con mucha pompa y mojiganga en Poman en el año 1657, donde presentose Bohorquez con tal gravedad y continente que dijérase ser de verdad lo que fingía. Iba muy orondo con hartos perendengues y zarandajas; túnica de lana vicuña muy bordada , vincha de cuero con airón de plumas , collar de amuletos , zarcillos, pulceras y ajorcas de oro , empuñando a guisa de cetro el toqui de plata.
Rodeábanlo los caciques , los curacas y los machis.
Hízole merced Villacorta de los cargos de Capitán General, Justicia Mayor y Teniente Gobernador ante los calchaquíes ; todo horro de lanza y media anata.
En buenas manos quedaba el pandero. Como llama de candil cuya torcida se atiza , brilló entonces Bohorquez , con humos de monarca , aunque de ojotas , sin cuidarse de sus promesas a unos y a otros , presto a llamarse andana cuando el caso fuera de aprieto.
A poco de andar , empezó a bambolear aquel castillo de naipes , levantando por la audacia de uno y la credulidad de muchos.
Clamaban los indios por guerra , los jesuitas por sus misiones y Mercado , harto del jarabe de pico del andaluz , por los tesoros.
Por otra parte el Virrey Conde de Alba y de Liste , desaprobó lo obrado por Mercado , ordenando la prisión del Inca.
Acuciado por todos , Bohorques curtido a tales lances, con mucha enjundia hizo a mal tiempo buena cara y trató con su verba y garatusas de seguir medrando y ganar tiempo.
Y conste que tal cosa logró; tal sería de marrajo y trapacero.
Mas por fin vióse entre espada y pared , que las burlas se trocaban en veras y la pelleja arriesgaba .
En tal aprieto amagado con el castigo por los españoles , alentó la sublevación de los calchaquíes , poniéndose como Inca a su frente.
Humos en las alturas llevaron de valle en valle en señal de levantamiento; corrió de tribu en tribu la flecha de guerra , levantáronse empalizadas , reconstruyéronse las derruídas pircas , aprestáronse  las aplastadoras galgas. Afilarónse las hachas de piedra y las lanzas de chonta , empapándose las flechas en sangre de guanaco.
Ardió la tierra en guerra , que fué larga y porfiada.
La comedia tornábase en drama.
Bohorques acorralado peleó como bueno y fué magnánimo y no cruel , perdonando a los que mandó Mercado para asesinarlo y salvando la vida a los padres doctrineros. Mas al cabo derrotados los calchaquíes vino al suelo la máquina de tanto embuste.
Blandeó el ánimo de Bohorques y acoquinado pidió indulto al Virrey quien se lo acordó obligándolo a dejar el teatro de sus novelescas hazañas y ofreciéndole una fuerte suma de dinero.
Exhortó Bohorques a los indios a volver a la obediencia , cumpliendo lo pactado , pero no cumplieron con él.
Preso largo tiempo , achacósele , con razón o sin ella , de volver a las andadas , hurdiendo tretas.
Por Real Cédula de la Reina Gobernadora Doña Mariana de Austria , se ordenó su muerte , siendo ajusticiado en Lima el 3 de Enero de 1667.
Diez años había durado la farsa que finó en tragedia.
Dice de Bohorques , el P. Lozano, " fué hombre bullicioso , embustero , hablador , inconstante , sagaz sin temor ni vergüenza y de eficaz persuasiva , y otro historiador más moderno agrega : " que fué simple y astuto , tímido y atrevido , sagaz y torpe ".
Tengo para mi que el hombre no ha sido bien estudiado y que hartas sorpresas reservaría su vida al que la investigase con tezón. Si la suerte no le tornara las espaldas al final , otro gallo le cantara y sabe Dios hasta donde hubiera arribado.
Esta narración pertenece al libro del autor B. J. Mallol.
Narraciones Coloniales.
año: 1919




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