
Relato Colonial :
amanecia en Buenos Aires y un gallo a mucha distancia cantaba y anunciaba un nuevo dia.
En el patio de la casona de Don Bejarano, un gallo de mucha cresta y agudos espolones, picoteaba las frutas que caian maduras.
Ricas peras que cocinaran en mermeladas .
En las afueras, las chacaras han sido sembradas y los muchos productos se estaran vendiendo en pocas horas por las calles, algunos esclavos venderan las frutas y otros las verduras y hortalizas.
La casa habia tenido lindas mejoras, porque Don Bejarano se dedicaba a la venta de mulas y las vendia a diez y ocho pesos plata cada una.
Ademas de vacas y caballos.
Las ovejas costaban cuatro reales.
No solo se dedicaba al ganado sino tambien a la venta de esclavos.
El dia de ayer habia vendido cuatro negros con sus crias a doscientos pesos , uno ladino a trescientos y un mulato oficial tejero a mil pesos y venia con mujer e hijo.
De tantas ganacias era logico suponer su holgada vida y de su casa que estuviera bien hornamentada.
La esposa de Don Bejarano recibia visitas a la hora del cafe en el salon .
Son de mi autoria, estos relatos coloniales.
Ilustrè este relato sin final, con una estampa que se me ocurrio recien realizar.
El dia de mañana la presentare ya finalizada y vere como termina la tarde de visitas.