" Las Viudas "

" Las Viudas "
acuarela sobre papel de arroz de alto gramaje

Recuerdos del antiguo Paraná .


Mi tía ,  Naima Millán, relata los antiguos modos del vivir , cotidiano de  pasadas épocas de Paraná.
Siento que ella me sonrie , me alienta desde su tumba.
Dedico mi vida al arte y también escribo, es parte de mi vida el relatar las vivencias de mis antepasados.
Y  también , recurro a mis archivos y muestro , las lecturas que  me entusiasman.
Los momentos de caudillismo de Entre Rios de el Paraná, esa historia de : 1848 ,  1830 , 1810.
Tiempos del Doctor José Millán y Fuensalida que había estudiado en Chuquisaca , cuando El Supremo, Pancho Ramírez le pidió fuera su médico particular.
Época de la muerte de Camila, y la tiranía de  Manuel de Rosas Época también de Juan León Sola.
Todos ellos , son mis antepasados e iré relatando palabra por palabra lo escrito por mi querida Naima Millán.
La historia , de nuestra amada América y la llegada de la Colonización.
Es mostrar  , el gran respeto a esa parte de la historia: La llegada de los Españoles.
Por ese motivo y por muchos más , le dedico este capítulo ,  a mi antepasado a la cual conocí , Naima.
Mis abuelos :

No conocí a mi abuelo Carlos , muerto en plena madurez , dejando como única herencia una mujer de treinta y seis años , y seis hijos y una modesta casa y algunos asuntos tan enredados que nada pudo obtenerse en beneficio.
Con mano enérgica y clara inteligencia , mamá Robustiana dirigió
tan bien su familia y su casa que logró un relativo bienestar y costeó
la carrera del magisterio a tres de sus hijos.
Era una señora alta , un poco gruesa y morena de aspecto agradable
que cuidaba mucho su atuendo y su conversación revelaba a una persona práctica y de buenos sentimientos.
Había sufrido mucho ,  seis meses después de la muerte del abuelo Carlos , falleció Liborita de escasos quince años.
Como un acto de recuerdo y de amor ,  mamá Robustiana nos prestaba, con toda suerte de recomendaciones" El Cura de aldea de Perez Escrich única novela leida por su hija siempre recordada.
Carlos, el mayor de apenas 16 años fué un eficaz ayudante en la dura lucha por la vida.
Había estudiado inglés  y francés con profesores y su facilidad idiomática le permitió aprender o comprender , italiano , portugués
alemán, griego y latín.
No pudo estudiar, pero era un erudito. Lástima que tan buenas cualidades no fueron aprovechadas. Le faltó la guia paternal y el arbol , se torció.
Mi abuela , sabía más que un ministro de economía para dirigir su pequeña hacienda y nada escapaba a su espíritu emprendedor y sagaz .
Sabía leer y escribir y de pequeña  en Gualeguay , su ciudad natal
aprendió toda clase de labores de aguja que luego le sirviera para aumentar su modesto presupuesto.
Las aves del corral y la quinta y los árboles frutales también entraban en aquella difícil tarea de " Con poco, hacer todo "
Era muy religiosa , a todos los nietos nos enseñó a rezar y por la tarde , siempre dirigía sus oraciones para agradecer el día que ya terminaba.
Cosa rara en la sociedad de su tiempo ,  no le gustaba el mate y no pudo aprender a fumar como sus amigas.
Gustaba recordar su familia y anécdotas sobre ellos. Yo conocí a Mariquita, una hermana , madrina de papá a quien nunca pudo llamar sino Carlitos.
Mi abuela Liboria , en su juventud , había sido muy bonita.
Yo la conocí ya muy anciana, era bajita , delgada, vestía siempre de negro y su salud era mala, pues padecía de anemia y después de cataratas que no podían operarse .
Le gustaba contarnos cuentos y los de Perrault eran sus favoritos. Ante los había sido mamá y sus hermanas , después nosotros.
Sentada en una mecedora , su infaltable cigarro en la boca , oíamos silenciosos los hechos fantásticos y también cosas del tiempo de Rosas pues ella vivió desde los doce a los diez y ocho años, época en que se casó.
Dejo, bajo esta hermosa historia real del antiguo Paraná ,  también las fotografías de : Mamá Robustiana que con tanto valor , sustentó sus seis hijos.
También la de su esposo Carlos Millán, que falleció cuando ella tenía treinta y seis años.
Gracias amados y jamás olvidados , genes de mis antepasados.



Robustiana Reynoso y Almeida.

Carlos Millán.
Ahora, expondré una lectura de mi abuela ,  Adelina Mendez Funes de Millán.
El libro de lectura editado por Peuser  editores.
La autora: Mi abuela.
Obras de Arte en la Argentina.
_____
Pasaje del Paraná
En la casa de Gobierno de la ciudad de Paraná, ocupa totalmente una pared lateral del salón de recepciones. un óleo del pintor Emilio
Caraffa. La tela es de gran dimensión: aproximadamente tres metros por seis metros.
¿ Como no detenernos ante este grandioso cuadro?
La crítica ha consagrado a Caraffa por su técnica y por sus creaciones, uno de los primeros pintores argentinos.
En esta obra son notables la diafanidad de la atmósfera. la intensidad de la luz sobre las aguas , sobre los campos.
Los rayos del sol , iluminando aquellos grupos de valientes que atraviesan a nado- ávidos de libertad- uno de los mas grandes y caudalosos ríos americanos ; los altos jefes del ejército , de enérgica y firme apostura ,en la mirada fulgurando el ideal que los anima; el horizonte amplio como el sentimiento que consagra aquel momento histórico; todo un conjunto técnicamente irreprochable ,
artisticamente soberbio ,fijando en la tela, para la posteridad, el memorable Pasaje del Paraná , por el ejército que comandaba el general Justo José de Urquiza.
En primer término, sobre la barranca, Urquiza a caballo, destaca su recia figura de caudillo, tocado de largo poncho y sombrero de copa, su clásica indumentaria de campaña.
Vigila las operaciones del vado y dá órdenes. Es su retrato fiel , en su gran tamaño. A su lado Purbis, el perro inseparable, compañero fiel de Urquiza en todas sus campañas.
Todo vestido de rojo , el trompa- en un plano inferior- arregla la montura.
Otro personaje se destaca en este plano cercano: el general Lamadrid , figura heroica, montado en un caballo blanco.
Allí está el estado mayor; entre los generales que van a la cruzada libertadora, poseídos todos de una secreta seguridad en el triunfo. está Mitre, sereno , observando la tropa.
Sarmiento, de amplio torso y ceño adusto, a caballo también , escribe. Acaso en ese momento toma apuntes para redactar al día siguiente aquel párrafo de su documentación valiosa, por ser testigo ocular: El sol de ayer ha iluminado uno de los espectáculos más grandiosos que la naturaleza y los hombres pueden ofrecer: el pasaje de un gran río por un gran ejército...."
Todo esto en lo alto de la barranca.
Hacia abajo, el ejército  vestido de rojo , pasa entre los cardales, llevando al frente la bandera argentina y entrerriana. Banderolas, lanzas, armas...
El río anchuroso, claro , en ese día memorable, muestra sus aguas abiertas en surcos por las filas viboreantes de hombres lanzados en línea oblicua en su corriente.
En la otra orilla se ven las lanchas llenas de hombres.
Por las lomas que al río se inclinan, descienden centenares de hombres que integran el ejército que, en Caseros dará fin a la tiranía de Rosas.
Desde la puerta, al retirarnos, nos detenemos a mirar una vez más: las figuras se agigantan, cobran nueva vida y movimiento y nos sentimos envueltos en aquel glorioso pasaje de tropas que se lanzan a inaugurar una era de paz, trabajo, de libertad y progreso
Adelina Mendez Funes de Millán.







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